jueves, 7 de octubre de 2010

Piedad Córdoba y su lucha por la paz


Hace tres días se publicó la noticia de que el Procurador General de Colombia, Alejandro Ordóñez Maldonado, había destituido e inhabilitado por 18 años para ejercer cargos políticos a la prestigiosa Senadora colombiana Piedad Córdoba, por supuesta promoción y colaboración con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Frente a una medida tan inusual y drástica, contra la titular de un cargo electivo de la más alta institución legislativa del Estado, ésta no tiene otra alternativa que recurrir ante el propio Procurador que engendró la medida.

Era lógico que tal arbitrariedad provocara un fuerte rechazo, expresado por las más diversas personalidades políticas, entre ellas, ex prisioneros de las FARC y familiares de los que fueron liberados por gestiones de la senadora, ex candidatos a la presidencia, personas que ocuparon ese alto cargo, otros que fueron, o son, senadores o miembros del poder legislativo.

Piedad Córdoba es una persona inteligente y valiente, expositora brillante, de pensamiento bien articulado. Hace pocas semanas nos visitó acompañada de otras personalidades destacadas, entre ellas, un sacerdote jesuita de notable honestidad. Venían animados por un profundo deseo de buscar la paz para su país y solicitaban la colaboración de Cuba, recordando que durante años, y a solicitud del propio gobierno de Colombia, prestamos nuestro territorio y nuestra colaboración para las reuniones que tuvieron lugar en la capital de nuestro país entre representantes del Gobierno de Colombia y el ELN.

No me sorprende, sin embargo, la decisión tomada por el Procurador General, que obedece a la política oficial de ese país virtualmente ocupado por las tropas yankis.

No me gusta hablar a medias tintas, y diré lo que pienso. Hace sólo una semana, estaba a punto de iniciarse el debate general del 65 Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. Durante tres días, se habían discutido las penosas metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y el jueves 23 de septiembre se iniciaba la Asamblea General, con la participación de los Jefes de Estado o de altos representantes de cada país. El primero en hacer uso de la palabra sería, como es costumbre, el Secretario General de la ONU y, de inmediato, el Presidente de Estados Unidos, país sede de la Organización y presunto amo del mundo. La sesión comenzaba a las 9 de la mañana. Como es lógico, estaba interesado en conocer qué diría el ilustre Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, tan pronto concluyera Ban Ki-moon. Imaginé ingenuamente que la CNN en español o en inglés trasmitiría el discurso, generalmente breve, de Obama. Por esa vía escuché los debates entre aspirantes a ese cargo en la ciudad de Las Vegas, dos años antes.

Llegó la hora, pasaban los minutos y CNN ofrecía noticias aparentemente espectaculares sobre la muerte de un jefe guerrillero colombiano. Estas eran importantes, pero no de especial trascendencia. Continuaba yo interesado por saber qué decía Obama de los gravísimos problemas que sufre el mundo.

¿Acaso la situación del planeta está para que ambos estén bobeando y haciendo esperar a la Asamblea? Pedí que pusieran en otro televisor la CNN en inglés y tampoco una palabra sobre la Asamblea. Entonces, ¿de qué hablaba la CNN? Daba noticias, y esperaba que concluyera las que emitía sobre Colombia. Pero pasaron 10, 20, 30 minutos y seguía en lo mismo. Narraba incidencias de un colosal combate que se estaba librando, o se había librado, en Colombia, los destinos del continente iban a depender de eso, según se deducía de las palabras y el estilo de la narración del locutor. Se mostraban fotos y filmes en todos los colores de la muerte de Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez o “Mono Jojoy”. Es el golpe más fuerte recibido por las FARC, afirmaba el locutor, supera la caída de Manuel Marulanda y la de Raúl Reyes juntos. Acción demoledora, afirmaba. Según se deducía, había tenido lugar un espectacular combate con la participación de 30 aviones de bombardeo, 27 helicópteros, batallones completos de tropas selectas empeñados en feroz acción bélica.

Realmente, algo más que las batallas de Carabobo, Pichincha y Ayacucho juntas. Con la vieja experiencia en estas lides, no concebía semejante batalla en una región boscosa y apartada de Colombia. La descomunal acción estaba condimentada con imágenes de todo tipo, viejas y nuevas, del comandante rebelde. Para el redactor de noticias de CNN, Alfonso Cano, quien sustituyó a Marulanda, era un intelectual universitario que no gozaba de apoyo entre los combatientes; el verdadero jefe había muerto. Las FARC tendrían que rendirse.

Hablemos claro. Las noticias referidas a la famosa batalla en la que murió el comandante de las FARC -un movimiento revolucionario colombiano que surgió hace más de 50 años, después de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, asesinado por la oligarquía- y la destitución de Piedad Córdoba, están muy lejos de llevar la paz a Colombia; por el contrario, podrían acelerar los cambios revolucionarios en ese país.

Imagino que no pocos militares colombianos estén abochornados por las grotescas versiones de la supuesta batalla en que murió el Comandante Jorge Briceño Suárez. En primer lugar, no hubo combate alguno. Fue un burdo y bochornoso asesinato. El almirante Edgar Cely, tal vez embarazado con el parte de guerra con que la autoridad oficial informó la noticia y otras versiones oscuras, declaró que: “Jorge Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, murió por ‘aplastamiento’ cuando [...] la construcción en la que estaba escondido en la selva se le vino encima.” ”‘Lo que sabemos es que murió por aplastamiento, su búnker le cayó encima’, [...] ‘no es verdad que tuviera un tiro en la cabeza’.” Así lo declaró a la emisora Caracol Radio, según la agencia de noticias norteamericana AP.

A la operación le pusieron un nombre bíblico “Sodoma”, una de las dos ciudades castigadas por sus pecados, sobre ella cayó una lluvia de fuego y azufre.

Lo más grave es lo que falta por contar, que ya hasta el gato lo sabe, porque los propios yankis lo han publicado.

El gobierno de Estados Unidos le suministró a su aliado más de 30 bombas inteligentes. En las botas que le suministraron al jefe guerrillero, le instalaron un GPS. Guiadas por ese instrumento, las bombas programadas estallaron en el campamento donde estaba Jorge Briceño.

¿Por qué no se explica al mundo la verdad? ¿Por qué sugieren una batalla que nunca tuvo lugar?

Otros hechos bochornosos observé a través de la televisión. El Presidente de Estados Unidos recibió efusivamente a Uribe en Washington, y lo respaldó para ofrecer clases sobre “democracia” en una universidad estadounidense.

Uribe, fue uno de los principales creadores del paramilitarismo, sobre cuyos miembros cae la responsabilidad del auge del narcotráfico y la muerte de decenas de miles de personas. Fue con Barack Obama que Uribe suscribió la entrega de siete bases militares y virtualmente, de cualquier parte del territorio de Colombia, para la instalación de hombres y equipos de las fuerzas armadas yankis. De cementerios clandestinos está lleno el país. Obama, a través de Ban Ki-moon, concedió a Uribe la inmunidad, asignándole nada menos que la vicepresidencia de la comisión que investiga el ataque a la flotilla que llevaba ayuda a los palestinos sitiados en Gaza.

Uribe en los últimos días de su presidencia tenía ya organizada la operación utilizando el GPS en las botas nuevas que necesitaba el guerrillero colombiano.

Cuando el nuevo presidente de Colombia viajó a Estados Unidos para hablar en la Asamblea General, conocía que la operación estaba en marcha, y al conocer Obama la noticia del asesinato del guerrillero, abrazó efusivamente a Santos.

Me pregunto si en esa ocasión se habló algo del acatamiento de la decisión emitida por el Senado de Colombia, declarando ilegal la autorización de Uribe para establecer las bases militares yankis. En ellas se apoyó el grosero asesinato.

He criticado a las FARC. Expresé públicamente en una Reflexión mi desacuerdo con la retención de los prisioneros de guerra y los sacrificios que para estos implicaban las duras condiciones de la vida en la selva. Expliqué las razones y la experiencia adquirida en nuestra lucha.

Fui crítico de las concepciones estratégicas del movimiento guerrillero colombiano. Pero jamás negué el carácter revolucionario de las FARC.

Consideré y considero que Marulanda fue uno de los más destacados guerrilleros colombianos y latinoamericanos. Cuando muchos nombres de políticos mediocres sean olvidados, el de Marulanda será reconocido como uno de los más dignos y firmes luchadores por el bienestar de los campesinos, los trabajadores y los pobres de América Latina.

El prestigio y la autoridad moral de Piedad Córdoba se han multiplicado.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 30 de 2010

11 y 36 a.m.

Noticias inverosímiles


Cuando concluía unas Reflexiones sobre la destitución de la senadora colombiana Piedad Córdoba, comenzaron a llegar inverosímiles noticias de Ecuador. He pasado horas escuchándolas. A medida que los minutos pasan, la efervescencia crece.

A las 5:12 PM hora de Cuba, las condenas al Golpe se multiplican. Los líderes latinoamericanos con más prestigio, como Chávez y Evo, hacen oír sus enérgicas denuncias. La OEA reunida está sin alternativas. Los miembros se indignan y hasta la Chinchilla protesta; incluso, el nuevo Presidente de Colombia ha dicho que apoya a Correa.

El Presidente Rafael Correa se muestra firme e indoblegable. El pueblo está mucho más organizado. El Golpe a mi juicio está ya perdido.

Hasta Obama y la Clinton no tendrán más alternativa que condenarlo.

Fidel Castro

Septiembre 30 de 2010

5:38 pm

Lo que quieren es el petróleo de Venezuela


Ayer dije lo que haría si yo fuera venezolano, expliqué que los pobres eran los que más sufrían con las catástrofes naturales y razoné por qué. Más adelante añadí: “…donde el imperialismo domina y la oligarquía oportunista recibe una parte jugosa de los bienes y servicios nacionales, las masas no tienen nada que ganar o perder y, al imperio, no le preocupa un bledo las elecciones” y que “En Estados Unidos, ni siquiera las elecciones presidenciales movilizan más del 50% de los que tienen derecho a votar.”

Hoy añadiría que, aún cuando en las mismas se elige la totalidad de la Cámara de Representantes, una parte del Senado y otros importantes cargos, no logran superar esa proporción.

Preguntaba por qué, en cambio, emplean sus enormes recursos mediáticos para tratar de hundir al Gobierno Revolucionario Bolivariano en un mar de mentiras y calumnias. Lo que los yankis quieren es el petróleo de Venezuela.

Todos hemos visto en estos días electorales a un grupo de bastardos personajes que, en compañía de mercenarios de la prensa local escrita, radial y televisiva, llegan a negar incluso la libertad de prensa en Venezuela.

El enemigo logró una parte de sus propósitos: impedir que el Gobierno Bolivariano contara con el apoyo de las dos terceras partes del Parlamento.

El imperio tal vez crea que obtuvo una gran victoria.

Pienso exactamente lo contrario: los resultados del 26 de septiembre constituyen una victoria de la Revolución Bolivariana y su líder Hugo Chávez Frías.

En estas elecciones parlamentarias la participación de los electores se elevó al record de 66,45 por ciento. El imperio con sus inmensos recursos no pudo impedir que el P.S.U.V., faltando 6 por adjudicar, obtuviera 95 de los 165 miembros del Parlamento. Lo más importante es el ingreso en esa institución de un elevado número de jóvenes, mujeres y otros militantes combativos y probados.

La Revolución Bolivariana tiene hoy el Poder Ejecutivo, amplia mayoría en el Parlamento y un partido capaz de movilizar a millones de luchadores por el socialismo.

Estados Unidos no cuenta en Venezuela más que con fragmentos de Partidos, hilvanados por el miedo a la Revolución, y groseras apetencias materiales.

No podrán acudir al golpe de Estado en Venezuela como hicieron con Allende en Chile y otros países de Nuestra América.

Las Fuerzas Armadas de ese hermano país, educadas en el espíritu y el ejemplo del Libertador, que en su seno incubó los jefes que iniciaron el proceso, son promotoras y parte de la Revolución.

Tal conjunto de fuerzas es invencible. No lo vería con tanta claridad sin la experiencia vivida durante más de medio siglo.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 27 de 2010

3 y 24 a.m.

Lo que jamás podrá olvidarse (Tercera parte)


Matsumi Matsumura.- Comandante, nosotros estuvimos con una brigada que estaba trabajando en Shihan y tuvimos oportunidad de conocer a los familiares de los Cinco Héroes y aprendimos mucho sobre el tema de los Cinco Héroes. También a bordo hemos venido aprendiendo sobre este tema.

Como usted acaba de referir, el día 12 de septiembre fue el doce aniversario de los Cinco Héroes, y nosotros, los miembros de Peace Boat, queremos también su liberación, cuanto antes mejor; por nuestra parte, desde lejos, desde Japón, prometemos apoyar esta campaña (Aplausos).

Comandante, entonces lo que estaba diciendo es que ya hemos ido aprendiendo.

Además, usted mencionó el tema del sistema de educación y también el sistema de salud en Cuba. Ahora nosotros estamos aquí, pero, como usted sabe, tenemos muchas organizaciones que nos esperan, y sería muy bueno que tengamos más tiempo para conocernos directamente el pueblo japonés y el pueblo cubano.¿Qué le parece?

Cmdte.- Este es un momento importante. En Naciones Unidas están discutiendo -yo sé que ustedes pertenecen a Naciones Unidas como miembros del Consejo Económico Social- las metas de las Naciones Unidas, tienen una conferencia allí, antes de comenzar el debate general. Bueno, Naciones Unidas es lo único que se supone que tenemos, porque en ocasiones parece que no existe, ya que se discuten los problemas del desarrollo, las metas de desarrollo, las metas en educación, las metas en salud, y cada vez se cumplen menos; por el contrario, cada vez que hay una crisis se produce un retroceso.

El poder adquisitivo de los propios norteamericanos ha disminuido su capacidad de compra un 43,6%. Ustedes se imaginan una economía en que, de repente, deja de comprarse mucho de lo que producen los servicios, la industria, etcétera, y el desempleo que origina.

Desgraciadamente uno ha tenido que recoger mucha información sobre Estados Unidos, y les puedo asegurar que es un desastre. Es una “gran democracia”, de tal modo que tienen 12 000 lobbistas en el Congreso de Estados Unidos trabajando para las transnacionales, que cuestan 3 500 millones de dólares al año. Son medidas de tiempos pretéritos que han degenerado increíblemente. Resultado: todas las grandes empresas controlan y manipulan el Congreso de Estados Unidos, que disfruta de la capacidad de ratificar los acuerdos o aprobar presupuestos y leyes. Si hay un acuerdo de desarme o un acuerdo de reducción de armas nucleares, independientemente de su magro alcance, tiene que ser aprobado por el Congreso.

Ya no se sabe cuál es el papel de un presidente en Estados Unidos, muchas veces no puede hacer nada, y es el hombre que tiene un maletín nuclear sin que nadie tampoco sepa para qué sirve ese maletín. No hay que olvidarse de que cuando lanzaron la bomba sobre Hiroshima y Nagasaki eran las dos únicas que existían, y un presidente mediocre e ignorante decidió lanzarlas. Tengo la seguridad de que Roosevelt no habría lanzado esas bombas, era otro tipo, capitalista por supuesto, jefe del Estado capitalista e imperialista más rico; pero un hombre con amplia educación, y determinada ética política, menos identificado personalmente con las grandes fortunas. El que vino después, ni a los aliados soviéticos les informó que tenían la bomba. Y lo más cruel, no era necesario usar esa bomba, está demostrado históricamente, el grueso de las fuerzas imperiales de Japón, concentradas en Manchuria, estaban totalmente derrotadas, el gobierno militarista japonés no podía ya sostenerse. Para alcanzar la victoria, ya en manos de los ejércitos aliados, no había que lanzar esas bombas, lo peor, no pueden alegar que trataban de ahorrar vidas; las fuerzas soviéticas avanzaban incontenibles en Manchuria, y el final de la guerra era sólo cuestión de días.

Si buscaban un pretexto militar, ¿por qué no lanzaron las dos bombas sobre instalaciones o bases militares? ¿Por qué las lanzaron sobre la población civil? ¿Por qué tomaron la decisión de matar a más de 100 000 personas y crear tanto sufrimiento? Ellos sí conocían lo que era esa bomba. Y por ahí fue mostrado hace breves días un filme donde aparece el avión que llevó la bomba, le pusieron el nombre de la madre del piloto. ¡Vean qué orgullo! ¡Qué honor! ¿Cómo se le puede asignar el nombre de una madre al avión que lanzó la bomba que mató más de 100 000 personas en cuestión de minutos?

Fue un acto cruel, un experimento incalificable a costa del sufrimiento de cientos de miles de personas indefensas que no tenían culpa alguna de la guerra.

Junko hablaba de que estuvieron en Viet Nam para ver el efecto del agente Naranja. ¿Cuántos niños, cuántos millones de vietnamitas murieron en esa guerra? Alrededor de 4 ó 5 millones. ¿Cuántos no quedaron inválidos con motivo de esos productos químicos que usaron? Las armas químicas las usaron en otra contienda, las entregaron a Iraq cuando la guerra contra Irán. El gobierno de Estados Unidos ha empleado también las armas bacteriológicas, las utilizaron contra Cuba; usan igualmente el fósforo vivo y las bombas de racimo, el napalm y otros medios similares a través de aliados.

Le queda al Presidente la facultad del arma nuclear o de iniciar una guerra. Después que se desate la guerra… Y eso tiene especial importancia, porque en este mismo momento hay una situación de peligro real de guerra y de guerra nuclear. Todos conocemos la situación que existe hoy en Irán. Todos conocemos que hay amenazas sobre Irán con motivo de la discordia sobre el procesamiento de uranio. No han podido probar que los iraníes estén haciendo un arma nuclear o que se propongan hacerla.Tienen centros de investigación, muchos países tienen centros de investigación, y prácticamente hoy hay alrededor de 40 naciones que podrían producir el arma nuclear, incluido el enriquecimiento del uranio.

Los iraníes tienen centros de investigación, poseen plantas eléctricas que funcionan con combustible nuclear. De una planta eléctrica en que utilicen esa energía, sale la materia prima para el plutonio, el arma nuclear usada en Nagasaki. Los rusos han suscrito acuerdos con Irán: entregan el uranio, los iraníes lo consumen en la producción eléctrica y ellos se llevan lo que quede después de producir la electricidad.

Yo les advierto que hay una situación de mucho peligro. Han llevado una escuadra norteamericano-israelita a las costas de Irán, están allí los barcos, han hecho adoptar acuerdos en el Consejo de Seguridad, partiendo de cálculos erróneos, piensan que van a doblegar la resistencia. Mi opinión es que no van a doblegar la resistencia iraní, que por la fuerza no van a lograr acuerdo alguno.

El Estado de Israel ha estado haciendo programas, se ha convertido, puede decirse, en la quinta potencia nuclear del mundo, y está decidido, ya lo hizo con Iraq, atacó el centro de investigación nuclear; lo hizo con Siria, atacó el centro de investigación, esto fue en el 2007; el de Iraq fue en la década del 80, y según artículos de periodistas bien informados y por declaraciones de sus líderes, se conoce que están decididos, si los norteamericanos no atacan a Irán, a llevar a cabo esas acciones por su cuenta, para destruir los centros de investigación, destruir las plantas que estén funcionando, o a punto de funcionar para producir electricidad.

Sobre eso yo escribí, sobre todo, sobre los peligros de guerra en esa zona. Tenía 26 Reflexiones con la última, en que hablé de los gitanos, otro de los grupos que fueron sometidos al exterminio en los campos de concentración nazi; las principales víctimas fueron hebreos, gitanos, y los rusos, en virtud de la cínica doctrina hitleriana del espacio vital.

Tengo mis posiciones con relación a todo eso, nunca he vacilado en condenar el holocausto, porque fue un acto cruel; pero esa es una posición y otra lo relacionado con el intervencionismo y los planes guerreristas de Israel.

Todos esos problemas están andando. Les recomiendo a ustedes que le presten atención a todo eso. Yo no sé qué material podemos enviarles, quizás las reflexiones que hemos publicado sobre el tema.

Bueno, ¿cuántos traductores de japonés tenemos?

Kenia Serrano.- En Cuba, pocos; pero ellos pueden ayudar a llevarlo al japonés.

Cmdte.- Vamos a enviarles también la conferencia de Robock y algún otro material.

De modo que lo que podemos hacer modestamente es cooperar con ustedes en todo lo que podamos. Seguramente que ustedes tienen la película Home, del cineasta francés Yann Arthus-Bertrand, sobre el medio ambiente. Es una de las mejores cosas que se han hecho.

Si atacan a Irán para destruir los reactores, la guerra se vuelve nuclear, sencillamente, porque los iraníes han desarrollado armas convencionales defensivas, han desarrollado los aviones sin pilotos, tienen cientos de lanzadores de misiles; no quedaría un barco de superficie intacto, porque este se puede defender de uno, de dos, pero no de numerosos proyectiles que se lancen simultáneamente, hasta donde he podido conocer. ¿Usted se imagina tal situación? Si subestiman a los iraníes y lanzan un ataque contra esos lugares, las pérdidas de los agresores van a ser muy altas. Los agresores saben que una interminable guerra se iniciaría, ¿quién controla semejante situación? Una orden de ataque es fácil emitirla, así se iniciaron todas las guerras, pero, a mi juicio, puede ser también la última, porque en ese caso, inevitablemente se volvería nuclear según mi criterio. Ojalá no ocurra, pero es uno de los peligros a corto plazo que considero inminente.

Nosotros, como les decía, estamos en disposición de colaborar modestamente y agradeceríamos todas las noticias que ustedes nos pudieran enviar, y si siguen viniendo y tenemos tiempo, digo tiempo si no nos interrumpen otras cosas, volveremos a reunirnos.Se lo prometo.

Gracias (Aplausos).

Nao Inoue.- Muchísimas gracias.

Nosotros aprovechamos y también aprendimos mucho.

Para conocer la realidad que está ocurriendo aquí en La Habana, de hecho los participantes del barco de la paz -bueno acabamos de llegar- solamente conocemos la terminal del crucero. Entonces después vamos a salir de aquí para conocer las actividades también, las labores que los cubanos están realizando y también para ver directamente las actividades y las políticas que ustedes construyeron.

De verdad, muchísimas gracias.

Cmdte.- No van directo a Nicaragua, ¿verdad?

Matsumi Matsumura.- Pasamos por Jamaica, después el canal de Panamá y después a Corinto, Nicaragua.

Aquí me gustaría presentar a un invitado muy importante que está aquí, el Ministro de Cultura de Nicaragua, Comandante. Señor Luis Mora, Ministro de Cultura (Aplausos).

Cmdte.- ¿Pero él vino con ustedes o los esperó aquí?

Luis Mora.- Estaba aquí en Cuba para abordar el barco.

Cmdte.- ¿Pero tú vas para Jamaica?

Luis Mora.- Para Nicaragua, para Corinto.

Cmdte.- ¿Y el otro cuál es?

Luis Mora.- Estamos aquí con mucho gusto de estar con usted.Saludos de Daniel y de Rosario, del pueblo de Nicaragua al pueblo hermano de Cuba, que tanto queremos y tanto nos ha ayudado.

Cmdte.- Muchas gracias.

Luis Mora.- Claro, claro.

Matsumi Matsumura.- Muchísimas gracias.

A su lado, y también asesor, de la parte caribeña, el señor John Hopkison.

Intérprete.- De la parte caribeña de Nicaragua.

John Hopkison.- Mucho gusto, de la costa caribe de Nicaragua, de Bluefields, donde estuvo usted, Comandante, caminando por las calles de Bluefields hace muchos años.

Cmdte.- Sí, sí, me alegro mucho (Aplausos).

Nao Inoue.- Eso es una campana y espero que en su habitación salga un viento pacífico y también suena muy pacífico (Le hace entrega de la campana).

También me gustaría darle como obsequio nuestro barco, el Peace Boat, que está ahora en el puerto de La Habana, el Oceanic.

Kenia Serrano.- El crucero en el que ellos andan se llama SOS Oceanic, tiene bandera panameña.

Cmdte.- Bueno, voy a guardarlo.

Nao Inoue.- De verdad, muchísimas gracias nuevamente por recibirnos a nosotros. Nos comprometimos a seguir adelantando nuestras actividades y, sobre todo, colaborando con el ICAP, que siempre nos está brindando apoyo para hacer programas aquí e intercambios, encabezado por Kenia y también la vicepresidenta Alicia Corredera, que siempre nos apoya.

Muchísimas gracias, Comandante (Aplausos).

(Le entregan obsequios.)

Cmdte.- Les robé creo que una hora adicional, pero espero que con los demás puedan cumplir. Por mi culpa ustedes van a salir una hora más tarde (Risas y aplausos).

En este punto concluyó el encuentro. La objetividad de lo que les expresé puede ser demostrada.

Ustedes pudieron observar que, cuando hablé de Franklin D. Roosevelt, dije que a mi juicio no habría lanzado aquellas bombas, era sinceramente antifascista y dentro del sistema económico y político del país, no redujo, sino elevó los impuestos a los millonarios, a tal extremo que la derecha lo odiaba; ésta era representada por Harry Truman en el seno del imperio.

El mundo debiera conocer, y meditar sobre el hecho de que Harry S. Truman, en un discurso por radio a la nación el 9 de agosto de 1945, afirmó textualmente:

“El mundo sabrá que la primera bomba atómica se dejó caer sobre una base militar de Hiroshima. Esto fue porque deseábamos en este primer ataque evitar, en la medida en que fuera posible, el asesinato de civiles…”

En Hiroshima no había ninguna base militar. El punto seleccionado fue un pequeño puente en medio de la ciudad.

Divulgar aquella mentira constituía un acto de repugnante cinismo. Truman estaba consciente y perfectamente informado del poder destructivo de aquella arma.

El pasado 6 de agosto, al cumplirse el 65 aniversario de aquel monstruoso crimen, el académico canadiense Michel Chossudovsky informó lo que el propio Harry S. Truman escribió en su diario 11 días antes del lanzamiento de la bomba:

“Hemos descubierto la bomba más terrible en la historia del mundo. Podría ser la destrucción de fuego predicha en la era del valle del Éufrates, después del Arca de Noé…. Esta arma se va a usar contra Japón… [Nosotros] la usaremos con el propósito de que los objetivos militares y soldados y marineros sean la meta y no las mujeres y niños. Incluso si los japoneses son salvajes, despiadados y fanáticos, nosotros como líderes del mundo para la asistencia social común no podemos dejar caer esa terrible bomba sobre la vieja capital o la nueva… La meta será meramente militar… puede ser la cosa más terrible alguna vez descubierta, pero puede ser de hecho la más útil.”

Fue sin duda alguna, el mayor y más cínico asesinato de la historia.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 26 de 2010

11 y 45 a.m.

Si yo fuera venezolano


Mañana es un día importante para Venezuela. Están anunciadas las elecciones para escoger a 165 miembros del Parlamento, y alrededor del importante evento se libra una histórica batalla.

Pero a la vez, las noticias sobre el estado del tiempo son desfavorables. Fuertes lluvias están azotando a la tierra que fue la cuna de El Libertador.

Las lluvias excesivas afectan a los pobres más que a nadie. Son los que tienen las viviendas más modestas, viven en los barrios más olvidados históricamente, con difícil acceso, calles malas y menos tránsito. Cuando las aguas invaden sus hogares, todo lo pierden. Ellos no disponen de las viviendas cómodas y seguras de los ricos, sus amplias avenidas y abundantes medios de transporte.

No se trata de una elección presidencial. En las exclusivamente parlamentarias, la población se moviliza poco y suele restarle importancia.

Por lo general, donde el imperialismo domina y la oligarquía oportunista recibe una parte jugosa de los bienes y servicios nacionales, las masas no tienen nada que ganar o perder y, al imperio, no le preocupa un bledo las elecciones. En los Estados Unidos, ni siquiera las elecciones presidenciales movilizan más del 50% de los que tienen derecho a votar.

¿Por qué en cambio, sus enormes recursos mediáticos se vuelcan esta vez contra Venezuela y la someten a un implacable bombardeo de mentiras y calumnias contra el Gobierno Revolucionario Bolivariano?

No intentaré amontonar argumentos para persuadir a un pueblo valiente y digno como el de Venezuela. He visto las movilizaciones populares y el fervor de millones de personas, especialmente de la gente más humilde y combativa, que ha tenido el privilegio de vivir una etapa nueva en la historia de su país, y ha devuelto al pueblo los fabulosos recursos de Venezuela. Ya su Patria no es una nación de analfabetos, donde millones de hombres, mujeres y niños sobrevivían en la extrema pobreza.

No les hablaré de una experiencia que Cuba vivió, de la cual hablan 50 años de resistencia heroica frente al bloqueo y los repugnantes crímenes del Gobierno de Estados Unidos.

Les digo simplemente lo que haría si fuera venezolano.

Me enfrentaría a las lluvias, y no permitiría que el imperio sacara de ellas provecho alguno; lucharía junto a vecinos y familiares para proteger a personas y bienes, pero no dejaría de ir a votar como un deber sagrado: a la hora que sea, antes de que llueva, cuando llueva, o después que llueva, mientras haya un colegio abierto.

Estas elecciones tienen una importancia enorme y el imperio lo sabe: quiere restarle fuerza a la Revolución, limitar su capacidad de lucha, privarla de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional para facilitar sus planes contrarrevolucionarios, incrementar su vil campaña mediática y continuar rodeando a Venezuela de bases militares, cercándola cada vez más con las letales armas del narcotráfico internacional y la violencia.

Si existen errores, no renunciaría jamás a la oportunidad que la Revolución ofrece de rectificar y vencer obstáculos.

Si yo fuera venezolano, aún bajo rayos y centellas, lucharía hasta lo imposible para convertir el 26 de septiembre en una gran victoria.

Fidel Castro Ruz
Septiembre 25 de 2010
2 y 17 p.m.

Lo que jamás podrá olvidarse (Segunda parte)


Cmdte.- ¿Su padre a qué edad murió?

Junko Watanabe.- Tiene 98 años, está vivo.

Me gustaría prometerles a ustedes, con el motivo de trasmitirles el sentimiento de mi hermano, quien ya murió, y para trasmitirles el mensaje que tienen todos los sobrevivientes, y para que la nueva generación trasmita a la generación siguiente nuestro testimonio, yo voy a seguir dando testimonios. Muchísimas gracias (Aplausos).

Cmdte.- Yo le ruego que me excusen si le hago algunas preguntas, porque es que tenemos interés en que se conozca todo lo que ella está narrando; y, desde luego, si no tiene objeción, nosotros retransmitiremos este encuentro a través de la televisión nacional (Aplausos). Tenemos mucho interés en que nuestra opinión pública conozca todo esto, no solo trasmitirlo aquí, trasmitirlo en otros países, hacerles llegar noticias del encuentro. Es de suma importancia que se conozca todo lo que allí ocurrió, independientemente de lo que se haya publicado, filmado, y todas las cosas nuevas que van apareciendo.

Yo le explicaré luego por qué hago algunas preguntas aparte de esas.

Ella contaba que estaba en una casa próxima, que estaba en el patio con el hermano, cuando se produce la explosión y una nube de polvo. Ella conoce, por otros que estaban conscientes en ese momento, qué tiempo tardó en llegar ese polvo sobre las personas que estaban allí.

Junko Watanabe.- Cerca de 30 minutos, pero es que no llovió en todas partes, sino hacia donde el viento arrastró la lluvia.

Cmdte.- La lluvia. Pero hubo lluvia y hubo unas cenizas.

Junko Watanabe.- Realmente la lluvia de cenizas no existió, sino ese polvo ligado con la lluvia fue lo que llegó hasta donde estaban ellos; no fue separado, fue algo solo, único, ligado con toda la suciedad y con todas las cosas que arrastró con él.

Cmdte.- ¿Y no había techo donde ella estaba, estaba en un patio?

Junko Watanabe.- Nosotros estábamos a 18 kilómetros del lugar donde cayó la bomba.

Cmdte.- ¡Dieciocho kilómetros!

Intérprete.- Dieciocho kilómetros.

Cmdte.- Eso le iba a preguntar, porque hay un puente, creo, que señalan como el punto, el blanco donde se lanzó la bomba. ¿Fue a 18 kilómetros?

¿Tus padres estaban bajo techo?

Junko Watanabe.- Mi mamá estaba con mi hermano menor cargado en la parte de afuera de la casa, y mi papá estaba en Hiroshima, que había trabajado y de noche se dirigía hacia la casa; pero, bueno, él lo recibió estando dentro de un edificio. Incluso, él vio el avión que daba vueltas por encima de Hiroshima.

Cmdte.- Antes de disparar. Correcto.

¿Y la madre resultó también quemada?

Junko Watanabe.- No. Realmente, donde estábamos nosotros, a 18 kilómetros del lugar, lo que recibimos fue toda esta cantidad de papeles quemados, esa ola, ese viento que llegó hasta nosotros; pero quemarse como tal, eso no lo tuvimos.

Si hubiésemos estado un poquito más cerca, o sea, cerca del epicentro, no creo que estuviésemos hoy aquí haciendo el cuento.

Cmdte.- Correcto.

Yo quería contarles que recientemente tuvimos la visita de un investigador muy prestigioso, que es profesor emérito de la Universidad de Rutgers, New Jersey, y es el autor de la teoría del invierno nuclear. Esto, a nuestro juicio, es de suma importancia, porque se relaciona con los peligros actuales que está enfrentando la humanidad, y hay muchas cosas que se desconocen.

Este profesor visitó nuestro país y en una reunión de científicos hizo una exposición excelente de su teoría, una teoría con mucho prestigio; es a mi juicio irrebatible, y está relacionada con las consecuencias de una guerra nuclear. No se refiere, propiamente, a la destrucción que ocasiona ­-la cual sería enorme-, sino que analiza el peligro que significaría para la humanidad una guerra nuclear regional, ni siquiera una guerra global.

Parte del hecho actual, muy diferente del momento aquel en que se lanza la primera bomba nuclear. Toma en cuenta la situación, en este momento, en que existen 25 000 armas nucleares en el mundo. Imagino que muchos de ustedes conocen esos datos. El científico afirma que bastarían 100 explosiones nucleares y se produciría lo que él califica de invierno nuclear.

Fundamenta su teoría en una serie de investigaciones que han realizado científicos norteamericanos y científicos soviéticos antes de la desaparición de la URSS, sobre los efectos que produciría un número de armas nucleares que estallaran en una guerra. Ellos calcularon que unas 100 explosiones nucleares serían suficientes para liquidar la vida humana en el planeta, de modo que una guerra, por ejemplo, entre la India y Paquistán, con el número de armas que posee cada uno de ellos, sería suficiente para poner fin a nuestra especie.

A mí me parece que, aunque tal vez ustedes tengan suficientes noticias, nosotros podemos facilitarles una copia de la conferencia de Alan Robock -es el nombre del profesor que la impartió aquí hace muy poco, fue en este mismo mes-, que contiene datos de gran valor, los cuales les servirían a ustedes para la divulgación de las consecuencias, no solo por el daño que ocasionaría; por supuesto, las armas actuales son mucho más poderosas, mucho más precisas, mucho más rápidas. El poder de las armas existentes equivale a cuatrocientas cuarenta mil veces la potencia de cualquiera de las dos bombas que lanzaron en Japón sobre Hiroshima o Nagasaki; probaron las dos, una a partir del uranio y otra a partir del plutonio. Ya todas esas tecnologías se dominan y las armas se usan con precisión total.

Los acuerdos que se han tomado entre las grandes potencias prácticamente carecen de valor, porque no se traducen en una real reducción de las armas.

A mí se me ocurre que si la organización de ustedes hace contacto con él, que es un hombre muy generoso, él podría ofrecerles una conferencia sobre este problema.

Yo le preguntaba sobre la neblina, porque él explica y demuestra que, como consecuencia de las explosiones nucleares, todo arde, la madera; todo lo que procede del petróleo, y otras muchas cosas, como él explicaba, arden y, mezcladas con la tierra, producen grandes concentraciones de polvo. Lo tiene todo estudiado: qué ocurriría si fueran dos o si fueran 10, si fueran 100, y tiene un límite. Esa nube de polvo se extendería por todo el mundo en un período de tiempo, creo que no mayor de tres semanas, y la temperatura bajaría por debajo del punto de congelación. Bueno, implica, por ejemplo, una noche de meses, que no permite el cruce de la luz solar. Desaparece la producción de alimentos y las consecuencias son horribles; más de 6 000 millones de personas se quedarían sin alimentos, además del frío.

Yo le hice una pregunta cuando él terminó la exposición de una hora, con mapas, con gráficos; han estudiado todos los efectos de las erupciones de los volcanes; han estudiado cómo se extiende el polvo cada vez que ocurre una. Incluso, uno reciente en Islandia, en Europa, creó problemas muy serios. Han estudiado igualmente los grandes incendios que han ocurrido de manera natural, o como consecuencia de guerra o accidente. Yo le pregunto: “¿Cuántas personas en el mundo conocen esa información que usted está brindando?” Dice: “Casi nadie.” Le digo: “Y en su propio país, ¿cuántas personas lo conocen?” Me dijo: “Muy pocas.” Digo: “¿Y cómo puede explicarse ese fenómeno?” Le añadí, además: “A lo mejor hay que estudiarlo, buscar especialistas en psicología y en otras ramas para encontrarle una explicación a ese fenómeno”, y él me dijo entonces: “Tengo una respuesta: eso se llama estado de negación.” Él razonaba que cuando podían ocurrir cosas horribles, la gente rechazaba la idea de creerlas posibles.

A esa explicación que él da se le pudiera sumar otra, que está relacionada con los medios de información, el monopolio de los medios de información. Las cosas que suceden en el mundo, a pesar de los medios modernos que existen, radio, televisión, las filmaciones son manejadas de la forma que las noticias se suceden, pero no se explican, y realmente muchas de las más importantes que existen en el mundo no se conocen, o se dan noticias y no se analizan. Sobre eso hay libros muy importantes, sobre el monopolio de los medios de información; la verdad está secuestrada, no se conoce. Son dos fenómenos.

Yo le explicaba que nosotros no éramos pesimistas sobre la posibilidad de crear una conciencia. Yo les digo: se puede crear o no una conciencia. Desde luego, si las masas no saben leer y escribir no puede ni siquiera intentarse; si la sociedad tiene un nivel de conocimientos como lo tiene la sociedad japonesa, entonces con los propios medios de divulgación, no solo por escrito, sino con la palabra, con las imágenes, con la música, con otras muchas manifestaciones, se puede crear una conciencia hoy.

Les digo que ese era el caso de Cuba. Si la gente no sabía leer y escribir… ¿Qué puede hacer una persona que no sepa leer ni escribir? Si alcanzan o no un sexto grado, si se gradúan o no de bachiller, si cientos de miles realizan estudios universitarios, si tienen buenos profesores, se producen fenómenos diferentes. La Revolución no se ha defendido con la fuerza, se ha defendido con los conocimientos, con la conciencia. ¿Cómo podía un país pequeño, como Cuba, resistir 50 años de bloqueo y de hostigamiento? Creían que podían rendir el país, o que podían engañarlo, pero no pudieron. Era, a mi juicio, una demostración de que se puede formar una conciencia, porque si renunciamos a la idea de que la conciencia pueda crearse, entonces, ¿qué sería del trabajo de ustedes? Porque ustedes están recorriendo el mundo y explicando, llevando a las personas que conocieron de cerca eso, y contando hechos que son desgarradores, realmente. Y me explico todavía mejor lo que ustedes están realizando, porque lo están sintiendo, y están llevando personas que lo vivieron, y tienen las imágenes, tienen muchas cosas.

Yo estuve en Hiroshima. Visité el museo. Todo me lo explicaron allí: lo que resistió, lo que no resistió; y una de las imágenes tremendas de la tragedia humana era la estampa de los niños que no habían nacido todavía, madres gestantes a las que faltaba un mes, dos meses, tres meses, esas imágenes han quedado estampadas allí, y son de un gran impacto, y pienso que hay material para lograrlo. Yo diría que hoy hay mucha más conciencia; pero hace falta mucha más. Y el hecho real es que hoy toda la humanidad está amenazada de algo tan horrible como lo que ustedes han contado, e incluso más horrible todavía, porque lo hemos escuchado de las personas que estaban en el área de la primera bomba, el dolor por las personas que murieron, las personas que fueron quemadas, que fueron lesionadas o fueron irradiadas y han vivido más de 50 años. Hace en realidad 65 años de que se produjeron aquellas explosiones, y hoy miles de ellas más poderosas y precisas amenazan la humanidad.

El científico afirma la teoría de que, mientras más armas nucleares posea un país, menos posibilidades de paz y seguridad tendrá. Él es partidario de que se liquiden todas las armas nucleares. Yo voy un poco más lejos. Pienso que si se liquidan las amas nucleares y no se liquidan las armas convencionales, es casi igual.

El poder destructivo de tales armas convencionales es hoy enorme. Una bomba con fragmentos de tungsteno, portada en una pesada ojiva, sin uso de energía nuclear, adquiere velocidad en el espacio de 25 000 kilómetros por hora, más de 20 veces la velocidad del sonido; desciende luego a no menos de 20 000 kilómetros. Toda un área de lo que está debajo es absolutamente destruida. No queda puesto de mando, no queda gobierno, no queda nada del objetivo señalado. Eso se ha publicado, se ha explicado. La guerra mundial pasada costó 50 millones de vidas, víctimas de armas convencionales, sin incluir las víctimas y el daño humano de las dos bombas nucleares, que ocasionaron más de 150 mil muertes y un número superior de personas que sufrieron quemaduras, irradiación y otros muchos daños. La destrucción, el hambre, las enfermedades, afectaron a gran parte del mundo en aquella guerra. Si se produjera otra guerra mundial, sería la última, no puede haber otra.

El mismo Einstein lo dijo, que no sabría cómo sería otra guerra mundial en la era atómica; pero que la siguiente sería con arcos y flechas.

Yo había traído una carta que me envió Robock, el mencionado científico, en respuesta a una pregunta que le hice cuando él ya estaba en el aeropuerto de regreso a su país. En su conferencia había trasmitido unos datos sobre el planeta Marte; me comuniqué por teléfono y le pregunté dónde podía obtener más datos sobre ese planeta. Él me explicó que Marte tenía atmósfera, algo que dado su poco grosor yo ignoraba. Me prometió enviar información.

Dos o tres días más tarde la envió.

“Marte posee una atmósfera mucho menos espesa que la de la Tierra, con solo un 7% de aire… Equivale a la densidad del aire de la Tierra a 21 kilómetros de altura.”

“La atmósfera marciana -añade- está compuesta, casi en su totalidad, por dióxido de carbono.”

Lo informado se relaciona con lo que estamos hablando: los efectos de las explosiones nucleares. Las consecuencias sobre el clima. ¿Qué se ha dicho del medio ambiente? ¿Qué se ha dicho del cambio climático? ¿Es que no existe ese grave problema? ¿Es que no se ha investigado? ¿Es que no existe una prestigiosa película elaborada con la cooperación de los más eminentes científicos sobre el cambio climático, sus efectos en las lluvias, la economía y la vida de los seres humanos? Eso está estudiado como un segundo problema en el cambio climático. Es decir, no hay que esperar que haya una guerra nuclear para que la vida desaparezca en el planeta. Así como les estoy diciendo, para que la vida desaparezca en el planeta.

La economía y la vida de las naciones se basan hoy en el consumo de materias primas no renovables, entre otras, la más importante, el petróleo, una materia prima que se consume a ritmo de casi 100 millones de barriles diarios.

Tómese en cuenta que el petróleo tardó cientos de millones de años en formarse a partir de materia viva.

Alrededor de 400 millones de años fue lo que se requirió para que se formara el petróleo, el gas y el carbón. ¿En qué tiempo el hombre está gastando el petróleo que la naturaleza acumuló durante 400 millones de años? En apenas 130 años los seres humanos han gastado ya más de la mitad de ese combustible, cuyo consumo además tiene efectos tremendos en el medio ambiente. Dióxido de carbono, que tanto abunda en la atmósfera de Marte, es precisamente lo que produce el consumo de petróleo. Son factores que la humanidad debe conocer, enfrentar y resolver. Es el precio de su existencia.

La población humana no puede crecer ilimitadamente, ya que el planeta donde surgimos y vivimos tiene límites. Se calcula, si mal no recuerdo, que para el año 2050 la población alcanzará la cifra de más de 9 000 mil millones de habitantes. Hace sólo 200 años apenas alcanzaba los mil millones. Las consecuencias que eso tiene con relación al agua, a los alimentos, a la energía y a las materias primas son realmente extraordinarias.

Japón es país de bastante limitada superficie para su población, hoy se acerca ya a 130 millones de habitantes, tengo entendido; se afirma que es la nación de mayor promedio de vida y portadora de una elevada cultura, y que su población se estabilizará en algo más de 100 millones de personas. Luego es posible alcanzar la estabilidad de la población.

Un país vecino de ustedes, China, aplica una rigurosa política de población; si no hubiese adoptado esa política, hoy en China habría alrededor de 3 000 millones de habitantes. Entre China y la India poseen casi la mitad de los habitantes del planeta.

Son realidades. Las personas deben tener el valor de enfrentar las realidades, de conocerlas, como están haciendo ustedes con relación a las terribles consecuencias de las explosiones nucleares. Los que nazcan deben tener condiciones indispensables, disfrutar de una vida natural y tan plena como sea posible. No es lo que está ocurriendo. Mueren cada año alrededor de 8 o 10 millones a consecuencia del hambre y de la falta de atención médica. ¿Quiénes hablan de eso? Algunos científicos y algunos políticos. De tales noticias apenas se habla; a las grandes transnacionales no les interesa el tema.

Yo sé que ustedes, en este propio viaje, nos solicitaron que enviáramos un médico con experiencia internacionalista, no alguien que estuviera pensando serlo. De esos mismos médicos cubanos, hay miles de ellos en numerosos países. Ustedes se asombrarían seguramente si conocieran lo que, por ejemplo, nuestro pequeño país puede hacer por otros pueblos. No se trata de tareas irrealizables lo que sostengo.

Matsumi Matsumura.- Comandante, mire, lo que le quería comentar por nuestra parte, que usted mencionó al internacionalista…

Cmdte.- ¿Y está aquí?

Matsumi Matsumura.- Sí.

Cmdte.- ¿Dónde está? Puede levantar la mano.

Deja ver si te veo mejor.

Me dijeron que estuviste en Haití, ¿no?

Matsumi Matsumura.- El señor Dr. Liván Torero, que él trabajó mucho para la gente de Haití después del terremoto y lo hemos invitado al barco de la paz para que nos dé su experiencia allá en Haití. Y también a su lado tenemos a José Ramón, el bailarín de salsa, que para nosotros es muy importante conocer su cultura; creo que es un baile tradicional y nosotros hemos aprendido mucho sobre la salsa.

De verdad, muchísimas gracias por ofrecernos esta invitación. Muchísimas gracias, Comandante (Aplausos).

Cmdte.- Lo felicito, y muchas gracias. Lo mencioné porque sé la tarea que están haciendo e iba a citar el caso de Haití como una prueba de lo que puede la conciencia.

En la propia Bolivia hay casi 2 000 médicos, están en muchos lugares. En Ecuador, que tiene 15 millones de habitantes, están ayudando a indagar y prestar atención a todos aquellos que por problemas genéticos o de otra índole son inválidos, nacieron ciegos o nacieron sin poder oír. Al no poder oír un niño, se vuelve mudo; si no conoce los sonidos no puede emitirlos. Muchos problemas tienen solución con un equipito, con ponerles un audífono podrían hablar y comunicarse.

Si nacen ciegos y sordos es una situación más complicada. ¿Cómo será la vida de una persona ciega y sordomuda, que nunca ha oído y nunca vio?

Conozco los resultados del implante coclear y cómo aprenden a oír, hablar, escuchar la música y conocer el mundo; sus vidas cambian.

Creo que la sociedad debe hacer conocer a los padres, tratar de advertir los riesgos; que en determinados casos, no debieran tener descendientes. Considero que cada ser humano que nazca debe venir al mundo con toda su potencialidad. Si por alguna razón nacen con deficiencias vitales no hereditarias, hay que hacer todo lo posible para enriquecer la vida de esas personas. Los que no puedan ser alimentados realmente, los que no puedan ser educados, los que no puedan tener una vida normal, una vida que valga la pena vivir, no deben ser concebidos, sencillamente.

Comprendo que no todos pueden pensar exactamente igual, hay influencias religiosas, yo respeto todo eso; pero estoy expresando con franqueza mi opinión y por qué. Para el género humano, en la actualidad, se trata, realmente, del famoso problema ser o no ser, si va a sobrevivir o no esta especie, que realmente bastante daño ha ocasionado a los demás seres vivos. Desde que surgió la especie humana lo trastornó todo, la inteligencia hasta ahora ha constituido una tragedia para la naturaleza, y con las armas nucleares pudiera llegar a crearse un problema tan grave como el de aquel famoso asteroide que cayó -dicen- en el istmo de Tehuantepec, en México, hace decenas de millones de años, y produjo un prolongado invierno.

Ninguna otra especie hizo eso, mantuvo el equilibrio con la naturaleza a lo largo de miles de millones de años, alrededor de 4 mil. El hombre es nuevo. Surgió hace menos de 200 000 años esta especie pensante -lo de pensante yo diría que está por demostrar, si no demostrara que es capaz de sobrevivir. Excúsenme de que sea un poco duro con nuestras insensateces. Lo único demostrado hasta hoy, es que no existe la menor prueba de que haya sido precedida por otra.

En fin, todos estos problemas están combinados, y a mí me parece que deben asociarse para ganar la batalla que debe ser el objetivo de los seres humanos. Entonces tal vez muchas cosas maravillosas podrían crearse.

¿Cuánta gente bien preparada científicamente, cuántas eminencias tiene el mundo? El 80% de los ingenieros de Estados Unidos están dedicados a la esfera militar, a crear los medios y la ciencia para destruir y matar, en virtud de un sistema pérfido que los condujo a ese destino.

Nuestra aspiración es que las personas alcancen niveles intelectuales altos. Casualmente, cuando venía hacia acá, tomé un boletín de noticias y me encuentro con una de ellas, la cual señalaba que Cuba ocupaba el primer lugar del mundo en el porcentaje de estudiantes matriculados en los centros superiores de estudio. Venezuela ocupaba el quinto lugar; segundo, tercero y cuarto lo ocupaban la República de Corea, Finlandia, y Grecia; Estados Unidos estaba por detrás de nosotros en el sexto lugar.

Yo cité al médico, porque esos hombres y mujeres -la mayoría son mujeres- están trabajando en Bolivia, en Nicaragua, en Venezuela, en muchos países del Tercer Mundo. Pero, ¿por qué? Me asombro: vienen, por ejemplo, de vacaciones 15 días y se desesperan por regresar a sus puestos de trabajo, les echan de menos a los pacientes; hay que oír a los pacientes cómo se expresan. Es un producto de la conciencia, eso no se compró en ningún lugar, no se hace por dinero.

La tarea que realizan los compañeros en Haití es un producto de la conciencia. Por eso me atrevo a hablar de la conciencia, porque he visto que la conciencia hizo posible la Revolución, hizo posible la resistencia, independientemente de las críticas que nos hagan o de los errores que podamos cometer, porque ninguna obra humana es perfecta. No tememos lo más mínimo a hablar de errores, porque lo que no tiene perdón es lo que se hace conscientemente en perjuicio de los demás.

No hay obra humana perfecta, pero creemos en ella, y si no creyéramos en ella, no estaríamos haciendo lo que estamos haciendo, y tampoco lo que ustedes tan noblemente están haciendo.

Lamento que les he tomado demasiado tiempo.

Prosigue mañana.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 25 de 2010

12 y 14 p.m.

Lo que jamás podrá olvidarse (Primera Parte)


El pasado martes, 21 de septiembre, me reuní a las 9 a.m. con más de 600 pasajeros del Crucero por la Paz (Peace Boat), casi todos de nacionalidad japonesa, entre ellos una sobreviviente del asesinato masivo en la ciudad de Hiroshima, que tenía dos años cuando ocurrió el hecho.

La televisión nacional de Cuba transmitió el encuentro, pero la traducción en la sala del Palacio de las Convenciones no era simultánea y las voces de las compañeras que realizaron esa difícil tarea se superponían a mis palabras. Decidí, por ello, escribir una Reflexión sobre el tema.

Aproveché la oportunidad para reducir la extensión de lo que expresé, y ordenar mejor las ideas trasmitidas con absoluta fidelidad al contenido de las mismas.

Las palabras de las demás personas que participaron, las trasladé íntegramente.

A pesar de mis esfuerzos, la Reflexión resultó extensa, ya que el encuentro duró dos horas y media, por lo que decidí dividirla en tres partes, que serán publicadas en días sucesivos.

El encuentro comenzó con las palabras de Kenia Serrano, Presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos:

Buenos días.

El pasado 3 de septiembre el señor director de la Organización no Gubernamental Cruceros por la Paz, el señor Yoshioka Tatsuya, envió a nuestro Comandante en Jefe una carta solicitándole que recibiese a los directivos del crucero y a la sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki que viene en él; el Comandante aceptó, y también, con placer, invitó a otra amplia representación de los pasajeros a este encuentro.

Estamos asistiendo a ese encuentro hoy, 21 de septiembre, declarado por las Naciones Unidas Día Mundial de la Paz, por supuesto que con la presencia, para nosotros memorable, de nuestro querido Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz (Aplausos).

Se encuentran en la presidencia de nuestro encuentro el señor Nao Inoue, director de esta travesía del Crucero por la Paz (Aplausos); la señora Matsumi Matsumura, también del staff de Cruceros por la Paz, quien nos ayudará a traducir al español este encuentro (Aplausos); la señora Junko Watanabe, miembro del Movimiento Hibakusha, sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki, y la profesora Susana García, de la Universidad de La Habana, quien también facilita este diálogo al japonés, como ustedes pueden ver (Aplausos).

Comandante…

Cmdte.- ¿Qué me toca a mí, un discurso?

Kenia Serrano.- Saludar, porque todos estamos deseando eso.

Cmdte.- No, yo vine a responder, es la verdad. Le pregunté qué me correspondía hacer y no me dijeron nada.

Realmente quiero, en primer lugar, darles las gracias por el honor que significa este encuentro.

Yo estaba un poco ausente, como ustedes conocen, leía periódicos; pero me he perdido de muchos de los encuentros de ustedes, por que después supe toda la historia en detalle. Ya he aprendido bastante de ustedes: las veces que estuvieron en Cuba, comenzaron en 1990, volvieron en 1995, 1997 y 1998; en 2000, 2001 y 2002, dos veces; después 2005, 2007 y 2009, y hoy, que tengo entendido suman 14 viajes.

Bueno, la historia es que cuando recibo la invitación, me alegró poder intercambiar con ustedes por la importancia del momento en que estamos viviendo, que no es un momento cualquiera; además, por un sentimiento de gratitud, ya que conozco la solidaridad de ustedes a lo largo de todos estos años, las dificultades, las luchas contra los bloqueos, la identidad y nacionalidad del mismo barco, los puertos donde podían ir o no podían ir, si les suministraban o no combustible y otras idioteces parecidas de nuestro principal adversario con cuyos métodos no se podrá lograr jamás un mundo de entendimiento y de paz en nuestro planeta.

Recordando la consigna de ustedes, que tiene, a mi juicio, un especialísimo valor: “Aprende de las guerras pasadas para construir un futuro de paz”, sin duda que esta es una frase que tendría significado siempre, pero en este momento lo tiene más que nunca; me atrevería a decir, sin temor a equivocarme, que nunca en la historia de la humanidad hubo un momento tan peligroso como este. Así que no se trata de un sencillo viaje, se trata de una lucha real, seria, y esto que digo se puede demostrar, espero que en los intercambios nos ilustremos acerca de lo que se piensa o qué fórmulas podían ser posibles; soluciones realistas y no simple expresión de nobles deseos.

El encuentro para mí tiene una importancia muy grande, precisamente, por la experiencia que ustedes han acumulado sobre el tema.

En estos días se cumplió un aniversario más de aquel brutal e insólito hecho en que por primera vez se emplearon las armas nucleares sobre ciudades pacíficas.

Realmente se ha recordado mucho en todo el mundo lo que ocurrió en Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Yo había finalizado el bachillerato, lo recuerdo, era el verano, estaba de visita en Santiago de Cuba cuando llegó la noticia, y nadie tenía ni la menor idea de la existencia de un arma de esa naturaleza, creo que tres días después, lanzaron la segunda bomba atómica.

Sobre eso puedo hablar más después, qué sentimiento experimenté y qué concepto tuve toda mi vida de aquel hecho; pero es un ejemplo de las cosas que ayudan a ganar conciencia, porque la exhibición de todo lo que ocurrió allí y el daño humano que ocasionó, a pesar del tiempo transcurrido, volvía a conmover a la opinión pública internacional. No creo que haya ocurrido algo más expresivo de lo que es la guerra.

Bien, creo que les he robado bastante tiempo para estas primeras palabras, quisiéramos escucharlos a ustedes. Yo estoy en disposición de responder cualquier pregunta que deseen hacerme, en cualquier sentido. No tengo secretos de ninguna clase, cualquier tema puede ser abordado.

Me gustaría preguntarle a nuestra traductora cómo le ha ido. A ti, a ti (Risas y aplausos).

Intérprete.- Bien, parece que bien, Comandante.

Cmdte.- Muy bien.

Kenia Serrano.- Gracias, Comandante.

El señor Nao Inoue, por favor.

Nao Inoue.- ¡Buenos días! (exclamaciones de: “¡Buenos días!”)

Ante todo, me gustaría mostrar nuestro profundo agradecimiento por el hecho de que usted nos recibiera en esta ocasión.

Mi nombre es Nao Inoue, director del crucero Edición 70. Yo quiero decirles unas palabras en nombre de todos los miembros de Peace Boat.

Parece que ya aprendimos que usted ha aprendido mucho sobre nuestra organización. Fundamos esta organización en 1983, llevamos más de 27 años. Hasta ahora hemos realizado 70 cruceros mundiales llevando más de 40 000 japoneses.

Como usted sabe, ya hemos cumplido 14 viajes hacia Cuba y también este año es muy importante para nosotros, porque es el 20 aniversario, por eso tiene mucha importancia conocerlo a usted directamente, Comandante.

Durante estos 20 años, nosotros hemos puesto todo nuestro esfuerzo en ser puente entre el pueblo cubano y el pueblo japonés, y también hemos estado siempre en contra del injusto bloqueo, pero de verdad injusto.

Nosotros consideramos que es muy relevante seguir haciendo el puente, no solamente entre el pueblo cubano y el japonés, los dos, sino incluyendo también los países latinoamericanos y los países asiáticos. La razón por la que queremos trabajar en esto fuerte es promover un mundo de paz, sostenible, encabezado por Cuba, y estamos empezando a profundizar los lazos de amistad y fraternidad con Venezuela, Ecuador y Nicaragua. De esos países, el país que nosotros hemos visitado en más ocasiones es Cuba. También vamos a tener la oportunidad de conocer al presidente de Nicaragua, el señor Daniel Ortega.

Con motivo de profundizar los lazos de amistad y fraternidad entre los países del ALBA y Japón, estamos empezando el proyecto que se llama Crucero Juvenil de ALBA, en el que invitamos a los jóvenes de los países ALBA a bordo, realizamos intercambios, foros y conferencias de estudio, y también nos gustaría pedirle a usted, Comandante, que nos apoye en este proyecto.

Y como usted mencionó que nosotros somos el único país que recibimos la bomba atómica, entonces pensamos que tenemos la obligación y también la misión de trasmitir mensajes para un mundo libre de armas nucleares. Para erradicar las armas nucleares también nos gustaría colaborar con ustedes.

También queríamos aquí mencionar que el Japón, el país que tenemos Constitución pacifista, que renuncia a ninguna guerra y también armas nucleares de destrucción masiva (SIC).

También nosotros aprendemos en los países latinoamericanos que ustedes tienen Constitución pacifista también y también prohíben la existencia de bases militares extranjeras. Y pensamos proponer ante la ONU, en la instrucción de la ONU, que promueva que todos los países del mundo vayan a tener esta hermosa Constitución pacifista.

No queremos la guerra jamás, no podemos permitir el uso del arma nuclear jamás. Como siempre dicen los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki: “No queremos repetir este tipo de tragedia brutal.” Queremos establecer un mundo y la sociedad en que la gente quiere vivir también, no quiere vivir con la pobreza y estas cosas. Por eso nosotros consideramos que es muy necesario que todos los países tengan este tipo de Constitución. Nosotros nos prometimos que vamos a crear el mundo sin pobreza, sin hambre, con mucha felicidad y sostenible.

Por último, Comandante, soy gran fan de usted (Risas y aplausos). Parece que todos somos fan de usted.

Nosotros sabemos que usted está muy ocupado, pero queremos invitarlo a usted a bordo para navegar hasta Nicaragua. ¿Qué le parece? (Aplausos.) ¿Qué piensa? (Aplausos.)

Cmdte.- ¡Maravilloso! (Aplausos.)

Nao Inoue.- Voy a concluir mis palabras con la invitación. Muchísimas gracias (Aplausos).

Cmdte.- No será en época de ciclones, ¿verdad? (Risas.)

Me contaron que ustedes llegaban ayer, pero había unos ciclones por el Atlántico. Por fin, ¿a qué hora llegaron?

Nao Inoue.- Llegamos a las 5:00 de la mañana.

Cmdte.- ¿Y se puede saber la velocidad de Peace Boat? (Risas.)

Nao Inoue.- Más o menos como una bicicleta rápida (Risas).

Cmdte.- Bueno, depende, la campeona creo que alcanza más de 60 kilómetros por hora (Risas).

Pienso que en estos tiempos el Peace Boat debe marchar más rápido, es más urgente recorrer el mundo (Aplausos).

Yo debía pedirles, además, una excusa. Tuve noticias ayer mismo, por la mañana, y entonces me quedé pensando cómo podía reunirme, pues me contaron que habían solicitado hacerlo con algunos, y dije: “Bueno, si es posible trataré de saludarlos a todos”, no sabía, sin embargo, a qué hora llegarían; tenían, además, un programa organizado para todo el día. Bueno, ¿qué hacer para no entorpecer a los demás ni a otro programa? Y por eso inventamos esta reunión tan temprano. Todos hemos tenido que levantarnos temprano. Me imagino que ustedes estarían…, no sé dónde estarían, si estarían en la borda del barco viendo la entrada de La Habana o estarían durmiendo. Les ruego me excusen, porque soy el culpable de que ustedes hayan tenido que incrementar el programa (Aplausos). Entonces organizamos, o más bien improvisamos, la reunión para esta hora, a fin de que ustedes pudieran cumplir con las demás actividades y no echar a perder mis relaciones con las demás instituciones que los van a atender.

Creo que nos dieron hora y media. Yo respondí: al fin y al cabo ellos iban a venir hoy y van a llegar mañana, luego, hay flexibilidad. Creo que a las 5:00 de la tarde de hoy iba a salir el barco.

Kenia Serrano.- Empezar a abordar a las 5:00 y salir a las 7:00.

Cmdte.- ¿Iba a salir a las 7:00?

Kenia Serrano.- Ajá.

Cmdte.- Sí, terminaban las actividades a las 5:00.

Bueno, si un ciclón obligó a retrasar el barco, si salen a las 9:00, o si salen a las 10:00, pues están un rato más en La Habana, no es una tragedia. Afortunadamente, la visita ha sido sin guerra. Fue durante la paz.

Yo les pedí excusas por eso.

¿Tú tienes idea de cómo se va a desenvolver?

Kenia Serrano.- Comandante, ha sido emocionante, siempre que el crucero viene -el año pasado y ahora- ha traído sobrevivientes de Hiroshima, y tenemos a la señora Junko Watanabe. Propongo escuchar su testimonio.

Junko Watanabe.- Ante todo, Comandante Fidel Castro, es un gran honor y también placer conocerlo, y me gustaría mostrarle mi profundo agradecimiento por recibirnos con tanto cariño.

También me gustaría mostrar mi agradecimiento por el gran interés y conocimiento que el pueblo cubano tiene sobre Hiroshima y Nagasaki. Además, ayer el Movimiento por la paz en Cuba realizó un encuentro de testimonio para mí, y también un acto por el Día internacional por la paz, y realizamos un encuentro muy bonito en la Casa de la Amistad.

Yo nací en Hiroshima y después me casé con un japonés y me mudé a Brasil para vivir. Fui a Brasil a la edad de 25 y después volví a Japón a la edad de 38, pero en aquel momento, por primera vez, yo reconocí que fui sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki.

Yo nací en el centro de Hiroshima, pero cuando estábamos en la Segunda Guerra Mundial nuestra familia nos habíamos evacuado fuera de Hiroshima, y como yo solamente tenía dos añitos, entonces no tengo memoria; pero cuando recibí la noticia de que yo era sobreviviente, por parte de mis padres, sufrí un impacto muy fuerte.

El día 6 de agosto de 1945, a las 8:15 mi mamá estaba en casa con mi hermano menor. Mi hermano mayor y yo estábamos jugando en un patio de un templo que estaba cerca de mi casa. Entonces mi mamá sintió el viento fuerte, espantoso, y también vio los papeles quemados que estaban cayendo en el frente de su casa. Mi mamá se sorprendió y luego vino a buscarnos al templo, fue en aquel momento que recibimos la lluvia negra. La lluvia estaba negra y pegajosa.

Antes de la bomba, ese día 6 de agosto, hacía buen tiempo por la mañana y dicen que esa bomba atómica explotó 580 metros encima de la tierra.

Cmdte.- ¿Cuántos metros?

Junko Watanabe.- Quinientos ochenta metros encima de la tierra.

Cmdte.- Fue nuclear.

Junko Watanabe.- Bomba nuclear.

Cmdte.- Esa energía es de uranio, no fue plutonio. La de plutonio fue en la otra ciudad.

Junko Watanabe.- Sí, en Nagasaki.

Entonces, como explota más arriba, afecta mucho con los rayos calientes y con el viento caliente hasta que la gente se quema. Y después de la bomba subió todos los polvos y papeles para arriba, y luego cayó la lluvia negra con la radiación.

Después de recibir la lluvia negra la condición de mi cuerpo estaba de la forma siguiente.

Cmdte.- ¿Cómo es, repite?

Junko Watanabe.- Mi cuerpo fue dañado, yo le voy a explicar ahora cómo estaba.

Todos los días sufría por las diarreas. Podía comer, pero después ningún nutriente quedaba en mi cuerpo, salía todo lo que comía. Mis padres pensaban que su hija iba a morir.

En verdad yo tenía dos añitos y no tengo ninguna memoria de escenas desastrosas.

Cuando yo cumplí 60 años empecé a participar en una asociación en Brasil. Ahora viven en Brasil 132 sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki.

Cmdte.- ¿En dónde, en Brasil?

Junko Watanabe.- En Brasil.

Cmdte.- ¿Eran niños cuando fueron?

Junko Watanabe.- De diferentes edades.

Cmdte.- ¿Los padres fueron con ellos, o no?

Junko Watanabe.- La mayoría se casaron y fueron sin sus padres ya adultos.

Ahora el promedio de edad de los sobrevivientes es de 75 años, ya están envejeciendo. Por eso el Presidente de la Asociación en Brasil le pidió a ella que ayude a la asociación, porque ella es una sobreviviente joven.

Aunque soy sobreviviente, como no tenía mucha memoria, antes de participar en esta asociación no conocía nada de la bomba atómica.

Luego tuve la oportunidad de leer todos los documentos que hicieron 200 sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki que vivían en Brasil y en los que estaba escrita la realidad de lo que ocurrió en Hiroshima y Nagasaki. Ese fue el primer momento en que yo conocí sobre la realidad de la bomba atómica en Hiroshima. Ellos describieron la escena muy brutal.

Por la tristeza y el rencor me sentí muy triste, y sentía que estaba temblando.

También encontré un documental de imágenes, filmado por un periodista japonés. Sin embargo, después de la bomba atómica los académicos estadounidenses se robaron esta información y lo llevaron a su país y nunca nos iban a mostrar este video que encontré en la oficina.

Ha sido un poco difícil verlo porque es una cinta muy antigua. Entonces pedí a un amigo que lo convierta a DVD.

Nosotros vimos con 10 amigos sobrevivientes el filme.

Las escenas que salieron en este documental fueron demasiado brutales y yo lo vi con mucha tristeza, y la ciudad de Hiroshima estaba desapareciendo.

Yo lo vi en el documental, nosotros lo vimos, y los edificios quemados totalmente, la ciudad estaba totalmente negra. También aparecía la gente que andaba, pero sin conciencia, desde sus brazos les colgaba la piel, porque estaba deteriorada, los ojos se les salían de su lugar. La gente estaba andando, pero sin conciencia.

Cuando lo vi en el documental, aunque no recordaba esta escena, reconocí que yo estaba allá en ese momento y también reconocí que eso lo hicieron los humanos, entonces sentí un fuerte rencor y tristeza.

Así yo empecé a pensar: Tenemos que trasmitir esos testimonios para las otras generaciones, y hace dos años, en el 2008, participé en el Proyecto de Hibakusha que realizó la Organización Peace Boat, al que invitaron a 100 sobrevivientes a bordo, y viajamos dando testimonio en cada puerto, y también conocí a otros Hibakusha en el mundo.

En Viet Nam nosotros conocimos a las víctimas del agente Naranja, generadas en la guerra de Viet Nam, y lo que ellos y sus padres sufrieron. El efecto que ellos tuvieron se trasmite por las generaciones.

Mi hermano mayor con quien jugaba en el templo murió hace dos años a la edad de 67 años.

Después de recibir la lluvia negra, como yo la recibí también, él siempre tenía deficiencia en sus huesos y vivía muy débilmente. Él murió a la edad de 67 por el cáncer de hígado.

Viendo que los sobrevivientes están muriendo, estoy viviendo con mucha preocupación por mi salud.

También me gustaría presentar una historia de origami, que son grullas que se hacen de papel y es un símbolo de paz para nosotros, también ahora mundialmente, y siempre acompaña la historia de una niña que se llama Sadako Sasaki que murió por la leucemia a la edad de 12 años.

Este año, cuando participé en la Conferencia de no proliferación de armas nucleares, en Nueva York, en mayo, tuve oportunidad de conocer al hermano de Sadako Sasaki.

Déjenme explicar un poquito la historia de Sadako Sasaki. Ella recibió la lluvia negra, igual que yo, y creció sanamente hasta la edad de 10 años, después, como se encontraba mal, se hospitalizó y se quedó en el hospital.

Ella tenía la creencia de que si hacía 1 000 grullas de papel iba a mejorar, y, según el cuento de su hermano, ella seguía doblando grullas hasta que… Bueno, en esa época no teníamos ningún papel, entonces usó papeles con los que se empacaban medicinas y también doblaba las grullas con agujas. Ella siempre decía, hasta que iba a morir: “Quiero vivir más, quiero vivir más.”

Estamos en la misma situación que Sadako Sasaki, que recibimos la lluvia negra a la edad de dos añitos, y ella murió y yo estoy sobreviviendo. Por eso siento gran responsabilidad de trasmitir qué es la bomba atómica, qué son los sobrevivientes. Los sobrevivientes tienen que vivir con muchos problemas físicos y también mentalmente con muchas preocupaciones hasta que mueran, y eso tenemos que trasmitirlo a las otras generaciones.

Ahora, nosotros mundialmente aprendimos que en el mundo hay varios tipos de Hibakusha, en varios lugares, por ejemplo, la gente indígena cuando saca uranio en las minas se afecta mucho por la radiación, también la gente que vive cerca de las plantas nucleares, y esas cosas tenemos que aprenderlas, también educar a la gente.

Cuando participé en el Proyecto Hibakusha, hace dos años, había un chico japonés, el director de la película documental, quien cubrió mi estadía a bordo, también después entrevistó a mi padre, que tiene 98 años. Lo que habló mi padre fue lo que yo no sabía hasta entonces. Mi papá decía así. El director le preguntó a mi papá: “¿Por qué tú no le dijiste la realidad a Junko?”

Desde la bomba hasta ahora, las chicas que recibieron la influencia de la bomba atómica, aunque son sobrevivientes, han sido discriminadas y tuvieron mucha dificultad para casarse. Entonces, reconocimos que yo, sobreviviente, afortunadamente no he tenido ningún problema físico, pero hay muchos médicos que dicen que la influencia de la radiación también aparece en otra generación.

Prosigue mañana.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 24 de 2010

3 y 38 p.m.

El Invierno Nuclear y la Paz


Más de veinte mil armas nucleares están en manos de ocho países: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China, Israel, India y Pakistán; varios de ellos con profundas diferencias económicas, políticas y religiosas.

El nuevo tratado START, suscrito en Praga en el mes de abril entre las mayores potencias nucleares, no implica más que ilusiones, con relación al problema que amenaza a la humanidad.

La teoría del “invierno nuclear”, desarrollada y llevada al nivel actual por el eminente investigador y profesor de la Universidad de Rutgers, New Jersey, Dr. Alan Robock, - científico modesto que gusta de reconocer los méritos de sus compañeros más que los suyos propios-, ha demostrado su veracidad.

Para ellos la única forma de evitar el uso de las armas nucleares es eliminándolas. El pueblo norteamericano, ubicado en lugar privilegiado del planeta, que le permite disfrutar los más altos niveles de vida y riquezas en el mundo a pesar de los increíbles derroches de recursos no renovables, debiera ser el más interesado en la información que le ofrecen los científicos. ¿Cuánto espacio dedican a esa tarea los medios masivos de comunicación?

La teoría del “invierno nuclear” nos ha enseñado -expresa Robock- que: “Si tales armas no existieran, no podrían ser utilizadas. Y en estos momentos no existe un argumento racional para usarlas en lo absoluto. Si no pueden usarse, es necesario destruirlas y así nos protegeríamos de los accidentes, los errores de cálculo o cualquier actitud demencial.”

“…las computadoras que funcionaban con modelos ultramodernos se convirtieron en el único laboratorio de elección, y los acontecimientos históricos -incluidas las ciudades arrasadas por el fuego después de los terremotos y los bombardeos en tiempos de guerra, las columnas de humo de los incendios forestales y las nubes creadas por las erupciones volcánicas- se convirtieron en las piedras de toque de las evaluaciones científicas.”

La proliferación de las armas nucleares - en la que Israel, India y Pakistán se han integrado al club nuclear, y otros países, al parecer, aspiran a ser miembros del mismo,- obligó a Robock y sus compañeros a revisar las primeras investigaciones. Los resultados de estos estudios modernos, como ha sido detallado en una serie de artículos publicados recientemente, fueron sorprendentes.

Respecto a los Estados Unidos y Rusia, si bien cada uno se comprometió, en el mes de abril de 2010 en Praga, a reducir su arsenal nuclear operativo hasta aproximadamente 2000 armas, la única forma real de evitar una catástrofe climática global sería eliminar las armas nucleares.

“…cualquier país que en estos momentos esté considerando la vía nuclear necesita reconocer que estaría poniendo en peligro no sólo a sus propias poblaciones sino también al resto del mundo al adoptar esta vía. Es hora ya de que el mundo piense una vez más en los peligros de las armas nucleares, y que esta vez adopte el camino hacia la paz y elimine la posibilidad de una catástrofe climática global inducida por la energía nuclear, por primera vez desde mediados del pasado siglo.”

“…el uso de las armas nucleares en caso de un ataque total contra un enemigo sería una acción suicida debido al frío y la oscuridad anómalos provocados por el humo proveniente de los fuegos generados por la bomba. De hecho, se ha evidenciado que mientras más armas nucleares posea un país, menos seguro será.”

Albert Einstein dijo: “El poder desencadenado del átomo lo ha cambiado todo excepto nuestras formas de pensar, y es por ello que avanzamos sin rumbo hacia una catástrofe sin precedentes”. Carl Sagan había dicho que nuestra política de armas nucleares era “un camino donde ningún hombre pensaba”.

Al final de la conferencia magistral le pregunté al profesor Alan Robock: “¿Cuántas personas en el mundo conocen esos datos?” Me respondió que “muy pocas”. Le añadí: “¿En su país, cuántas?” “Igual -me respondió- no se conocen.”

No dudaba que esa era la triste realidad y le añadí: “No hacemos nada con conocerlo nosotros, lo que hace falta es que lo conozca el mundo. Tal vez haya que buscar a los psicólogos para que expliquen por qué las masas no entienden.”

“Yo tengo una respuesta - exclamó el científico- esto se llama negación. Es algo tan horrible, que las personas no quieran pensar en eso. Es más fácil simular que esto no existe.”

Sus palabras,- durante casi una hora que empleó en la conferencia, auxiliado por gráficos, datos y fotos proyectados en una pantalla-, fueron claras, precisas y elocuentes. Por ello expresé: “¿Qué es hacer conciencia, de la cual hablamos tanto? ¿Qué es crear cultura? ¿Y cuánto los desalienta a ustedes, a los científicos, que la gente ni se entere de lo que están haciendo, cuántas horas invierten?”

Le expresé que cuando no existían la radio, la televisión ni Internet, era imposible difundir una conferencia como esa en Cuba o en el mundo. Menos aún cuando muchas personas no sabían leer ni escribir.

Le prometimos al profesor divulgar la información que nos brindó sobre la teoría del “invierno nuclear”, con un lenguaje que hasta los niños cubanos de 8 años pueden comprender, de la cual sólo conocíamos un poco, a partir de nuestra preocupación con relación al estallido de una guerra global nuclear, lo que originó nuestro deber de escuchar su conferencia el martes 14 del presente mes.

Ninguna otra época de la historia humana guarda parecido con ésta. Con seguridad, si tales riesgos no se comprenden por los que toman decisiones desde las alturas del inmenso poder que la ciencia y la tecnología han puesto en sus manos, la próxima contienda mundial será la última, y transcurrirían, tal vez, decenas de millones de años antes de que nuevos seres inteligentes intenten escribir su historia.

Quiso el azar que, ayer lunes 20, recibiera la noticia de que con retraso de varias horas, por causa de los ciclones, al amanecer del día 21 arribaría al Puerto de La Habana, procedente de Islas Canarias, el crucero de “Peace Boat”, la Organización No Gubernamental Internacional con Estatus Consultivo Especial ante la ONU; que desde 1983 organiza viajes globales para la promoción de la paz, los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenido y el respeto por el medio ambiente; la Organización, en 2009, fue nominada al Premio Nobel de la Paz por su campaña global para prevenir la guerra.

En carta que me dirigió el fundador y director del “Peace Boat”, Yoshioka Tatsuya, a través del jefe del colectivo de visitantes Nao Inoue, expresa: “Nuestra organización ha venido trabajando por años, recientemente en colaboración con países del ALBA. [...] que expresan claramente el compromiso con la abolición nuclear, la prohibición de bases militares extranjeras y la resolución pacífica de controversias internacionales [...] Japón, como es de su conocimiento, único país que ha sufrido un bombardeo atómico, mantiene aún hoy una Constitución pacifista que, a través de su artículo 9, renuncia formalmente a la guerra y prohíbe el uso de la fuerza en las disputas internacionales.

“…tema de especial interés en nuestro activismo es la remoción de bases militares extranjeras, una situación presente en Japón y diversas partes del mundo, considerando que bases extranjeras como las existentes en Guantánamo y Okinawa causan daños ambientales irreversibles y fomentan la guerra en lugar de la paz mundial.”

“Peace Boat” ha organizado, incluyendo este, 70 viajes alrededor del mundo desde 1983, con la participación de no menos de 40 mil personas que han visitado más de 100 países. Su lema es “Aprende de las Guerras Pasadas para Construir un Futuro de Paz”.

En 20 años, su barco ha visitado 14 veces nuestro país, venciendo obstáculos y escollos impuestos por Estados Unidos, promueve campañas de significativos donativos para los sectores de educación y salud fundamentalmente.

Están presentes en los numerosos foros internacionales y encuentros de solidaridad con Cuba. Son amigos verdaderamente probados de nuestra Patria. En mayo de 2009, la organización fue condecorada con la Orden de La Solidaridad que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, a propuesta del ICAP.

Fue para mí un gran honor recibir la invitación de reunirme con una representación de los visitantes, y les propuse hacerlo, con el máximo posible, en el Palacio de las Convenciones. Hicieron uso de la palabra el Sr. Nao Inoue, y la sobreviviente, Sra. Junko Watanabe, que tenía sólo dos años de edad cuando la primera bomba atómica fue lanzada sobre la ciudad de Hiroshima. La niña se encontraba con un pequeño hermano en el patio de una casa a 18 kilómetros del punto donde fue lanzada la bomba, que hizo desaparecer la mayor parte de la ciudad, mató instantáneamente más de 100 mil personas y ocasionó graves daños al resto de los habitantes.

Ella narró sus dramáticos recuerdos cuando años más tarde fue conociendo las imágenes y los detalles de aquel hecho, que tantos sufrimientos ocasionó a tantas personas inocentes que nada tenían que ver con aquel brutal hecho. Fue un acto deliberado para aterrorizar al mundo con el uso innecesario de un arma de exterminio masivo, cuando el imperio japonés estaba ya derrotado. Se lanzó, no sobre una instalación militar, sino sobre un objetivo civil indefenso. Las imágenes divulgadas sobre aquel horripilante crimen no expresan lo que la voz de Junko Watanabe nos contó sobre los hechos. La ocasión fue propicia para exponer nuestros puntos de vista, y contarles a nuestros amistosos visitantes japoneses, luchadores por la abolición de las armas nucleares, las bases militares y la guerra, el esfuerzo que nuestra Patria lleva a cabo para evitar un conflicto nuclear que puede poner fin a la existencia de nuestra especie.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 21 de 2010

7 y 12 p.m.